L’acte d’inauguració de la nova biblioteca –instal·lada en la primitiva Casa de la Vila- formava part del programa de la Festa Major i va tenir lloc el 25 d’agost de 1886. “El Magnífico Ayuntamiento, deseando prestar ferviente culto a la institución de esta villa, inaugurará a las once de la mañana (del día 25) por medio de una sesión pública extraordinaria la Biblioteca Popular instalada en las Casas Consistoriales. El Eco de Sitges, 22.VIII.1886”. En aquell acte –al qual van assistir-hi vuit persones, dues de les quals eren forasteres– en Gaietà Benaprès, primer “bibliotecari”, va llegir un petit parlament en el qual destacava, entre altres coses, la necessitat que totes les poblacions, incloent-hi les secundàries, disposessin d’una biblioteca ; agraí i elogià, a continuació, la generositat d’en Víctor Balaguer, “verdadero fundador de nuestra naciente biblioteca”.
Gaietà Benaprès i Mestre
Fons Frederic Malagelada.- BPSR
El que llegim del que es publicà a les pàgines de El Eco de Sitges fou el següent : “Luego el bibliotecario señor Benaprés (Cayetano), leyó un pequeño trabajo que versó sobre la necesidad de instituir en toda población, aun en las de un orden secundario, bibliotecas populares como centro de difusión, de ilustración y cultura. Dijo que nadie podría preveer si los resultados corresponderían á los deseos, si la biblioteca que iba á fundarse tendría lozanía, vitalidad natural y espontánea ó moriría ahíta y estéril como toda institución prematura, dislocada ó inoportuna, para que los iniciadores del proyecto estaban satisfechos de haber cumplido una misión á que se sentían llamados porque dejaban en buenas manos su obra en manos de la evolución natural, cuyas leyes dominan la historia natural y la historia, tanto los seres como los acontecimientos, las instituciones y los proyectos humanos.
Elogió el generoso desprendimiento de don Víctor Balaguer, verdadero fundador de nuestra naciente biblioteca, así como los apreciables regalos en numerosas é importantes obras de don Juan Tarrida, de don Eduardo Mestres, de doña Rita Mestres, de don Pablo Benaprés Serra, de don José Soler Cartró, de las hermanas Rabentós Amell, de don José Busquets, y del magnífico Ayuntamiento en obras y en dotación consignada en los presupuestos comunales, no dudando de poder continuar en la noticia que dentro breve tiempo ha de publicar detallado todo lo concerniente á la biblioteca muchísimos otros nombres de patricios que han ofrecido su apoyo moral y material, á los cuales anunciaba una próxima visita y circular. Dijo que aunque la inauguración oficial tenia lugar en aquel momento, no podría abrirse aun la biblioteca al servicio público basta dentro breves días por no estar terminados los catálogos y dispuestos los demás requisitos exigidos por la buena administración en el Reglamento. Se lamentó de la pobreza del edificio, de la estrechez del local, y de la humildad dé la misma biblioteca, tanto en número de obras como en importancia, relacionando estas circunstancias con lo que debiera ser y seria probablemente con el tiempo, suplicando á los que deseen ser nombrados favorecedores según el Reglamento, tengan en cuenta que nuestra biblioteca y en todas las de sus condiciones se necesitan especialmente obras modernas, filosófico-científicas y de avance, periódicos y memorias cuyo fin dijo que la biblioteca es un altar donde se presta culto a una divinidad de ningún modo inmutable sino mudable progresiva evolucionista como hija de la humana inteligencia.”
Acte seguit, després d'aquestes paraules del regidor “bibliotecari”, l’alcalde obri els armaris que custodiaven els llibres, de manera simbòlica, donant per inaugurat aquell primer centre de lectura. Si be hi ha notícies puntuals de recepció d’obres, posteriorment, la vida activa de la biblioteca devia ésser, durant tots aquells anys, bastant precària.
Del llibre “La Biblioteca Popular a Sitges” de David Jou i Andreu, publicat pel Grup d’Estudis Sitgetans, 1986.